Chery: "Nos gustaría producir en Argentina"

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Desde Wuhu (China) - Chery, la automotriz china con más historia en la Argentina, se relanzó oficialmente en nuestro mercado el jueves pasado, con la presentación de su nuevo representante oficial: el Grupo Corven. El evento realizado en el barrio porteño de La Boca estuvo encabezado por el empresario Leandro Iraola, titular de Corven y con más de 20 años de negociando autopartes, motos, camiones y autos con diferentes marcas chinas.

Una semana después encontramos a Iraola caminando por los pasillos de la Planta Wuhu, la más grande que Chery tiene en China. El Grupo Corven organizó una visita para la prensa a las instalaciones de esta empresa, para conocer sus procesos industriales, experimentar sus nuevas tecnologías y probar los nuevos vehículos que ya están llegando a la Argentina, como los recién lanzados Tiggo2 (ver nota), Tiggo4 (ver nota), Tiggo7 (ver nota) y Tiggo8 (ver nota).

Autoblog/Motor1 entrevistó a Iraola en Wuhu para conocer sus planes con Chery en nuestro país, que incluyó el anuncio de un proyecto industrial: "Nos gustaría producir en Argentina". El diálogo completo se reproduce a continuación.

Entrevista a Leandro iraola

Chery - Leandro Iraola (Corven)

-Desde la primera vez que usted visitó China hasta hoy, ¿cómo vio la evolución del país, su industria y el desarrollo de la industria automotriz?

-La verdad es que no hay muchos empresarios argentinos que hayan visto de cerca la evolución de China que yo vi desde que visito este país, desde el año 2003. Recuerdo que aquella primera vez viajé como parte de una misión de empresarios argentinos, acompañados por los gobernadores José Manuel de la Sota (Córdoba), Jorge Obeid (Santa Fe) y Jorge Busti (Entre Ríos). Hoy ya ninguno de los tres está entre nosotros, lo que da una pauta del tiempo que pasó. De aquél primer viaje recuerdo que casi ningún chino hablaba inglés y era muy difícil hacer negocios. El principal fabricante de autos en China era Volkswagen y todos -absolutamente todos- los autos que veías en la calle eran Volkswagen, comenzando por una variante de lo que nosotros conocimos como el Carat. En aquél entonces, China producía 2.5 millones de autos al año y hoy hablamos de un país que fabrica más de 36 millones al año. Si avanzamos un poco en el tiempo, hace diez años se veían en China muchos BMW, Mercedes-Benz, Audi y hasta Fiat y Peugeot. Hoy, en cambio, todos los autos que ves en las calles son de marcas chinas. Pasamos de las automotrices que venían a China a traer sus tecnologías a que fueran los chinos quienes convirtieron a sus fábricas en verdaderas usinas de tecnología. Se quedaron con las fábricas de Mitsubishi, de Fiat y les pasaron por encima en tecnología a los europeos, americanos y japoneses.

-En aquellos primeros años de viajes a China, ¿cuáles fueron los primeros productos que comenzó a llevar para la Argentina?

-El primer producto chino que importé para la Argentina fue una junta homocinética en 2003. Recuerdo que en esa época tenía un director comercial que venía de trabajar en Bosch, que inspeccionó la homocinética y reconoció enseguida la calidad del producto chino. Recordemos que, en aquellos años, China era sinónimo de pésima calidad, por eso era todo un hallazgo encontrar un producto bueno para importar. Fuimos los primeros en el negocio de autopartes en la Argentina que empezamos a importar desde China.

-Hoy Corven importa desde China motos, camiones, autos, neumáticos y toda clase de autopartes. ¿El gran punto de quiebre fueron las motos?

-Sí, pero hay que decir que en las motos el pionero fue Guerrero a fines de los años '90 y yo seguí sus pasos años después.

-¿Y cómo surgió el acuerdo con Chery? Es una marca que ya tuvo una primera etapa en la Argentina, junto a la familia Macri, y que ahora se relanza en nuestro país. Incluso en el relanzamiento de La Boca, la semana pasada, usted hizo un reconocimiento especial al trabajo que hicieron los Macri en esa primera etapa (ver video abajo).

-Chery es la marca china que más autos vendió en la Argentina. Ese es un capital muy importante. A Franco Macri lo conocí justamente en uno de mis viajes a China. Lo encontré en Beijing, cenamos juntos y me fascinó como empresario. El viejo Franco realmente era un crack para los negocios. Después lo conocí también a Mauricio Macri, con quien siempre tuve muy buena relación, y quiero destacar que también tuvieron un excelente CEO, como Roberto Maffioli. La marca Chery tuvo momentos buenos en Argentina y después algunos malos, con las trabas a las importaciones. Eso los desgastó como empresa familiar, mientras al mismo tiempo desde China la gente de Chery presionaba para poner una planta industrial en Argentina, querían invertir más y el Grupo Socma no estaba dispuesto a hacerlo. Es normal que con el paso del tiempo se desgasten las relaciones entre un importador y una casa matriz. Pero hicieron un gran trabajo en estos 12 años y por eso el otro día reconocí el trabajo que hizo el Grupo Macri.

-Y desde el punto que el Grupo Macri dejó a Chery, ¿cuál es el objetivo que se pusieron en el Grupo Corven?

-Lo primero que hicimos fue armar un gran equipo, con profesionales provenientes de otras automotrices multinacionales, como es el caso de Martín Scrimaglia, que dejó Stellantis para sumarse a Chery. Es un experto en producto del que aprendo mucho todos los días. Es un chico que sabe mil veces más que yo sobre producto, que viene de trabajar en una multinacional y ahora tengo la responsabilidad de enseñarle a trabajar en una empresa nacional, como es Corven, con todo lo que eso implica. También sumamos otros profesionales como Claudio San Román y Mariana Falcone, entre muchos otros expertos en el sector.

-Recién mencionó que Chery tiene hace tiempo un proyecto industrial para Argentina. ¿Ese proyecto podrá concretarse en esta nueva etapa?

-Nos gustaría producir en Argentina, no hay dudas de eso. Sin embargo, en este momento donde existen cupos que te permite importar autos sin aranceles, no conviene fabricar en el país. Pero tal vez en el futuro eso cambie y tenemos que estar listos: en Corven tenemos un ADN industrial y nos gustaría hacerlo con Chery también.

-El cupo anunciado por el Gobierno tiene un plazo de vigencia de cinco años, ¿se concretará el proyecto industrial entonces en el sexto año?

-No puedo dar una definición clara en este momento. Ahora estamos importando, estamos trabajando en la red de concesionarios, en la postventa y buscando a los mejores socios estratégicos. Estamos desembarcando con la tecnología Chery Super Hybrid, con su capacidad de ofrecer una autonomía de hasta 1.400 kilómetros. Queremos que los argentinos conozcan las últimas tecnologías de Chery. Tenemos mucho por demostrar sobre el hambre de éxito que tiene China. Y es hambre de manera literal- Vos vas a Estados Unidos y le pedís a un tipo que labure de mozo y se lo tenés que implorar de rodillas. En muchos lugares de Argentina pasa lo mismo. En cambio, en mi experiencia de 23 años de viajes a China, la actitud del chino es siempre proactiva: es un tipo que se brinda, colabora y siempre está dispuesto a trabajar. Tenemos mucho que aprender de ellos. Y ya no se trata de salarios: ya no todos cobran 20 dólares por mes, la clase media china creció muchísimo y se profesionalizó. Pero la vida dura que pasaron durante la etapa más estricta del comunismo no la olvidan: la tienen muy presente y disfrutan las condiciones de la vida moderna, aunque sin delegar las responsabilidades. Por eso, poniendo como ejemplo un amortiguador, te pueden hacer un desarrollo listo para homologar en apenas tres meses, mientras que en otros países pueden demorar hasta dos años. Los proveedores chinos se pelean por tener los desarrollos más rápidos y la mejor Ingeniería. Lo estamos viendo también con las configuraciones que elegimos para las Tiggo que estamos llevando a la Argentina: si necesitamos algo extra de equipamiento, lo desarrollan y lo fabrican especialmente para nosotros en apenas 15 días. Una automotriz europea te puede tardar hasta ocho meses en implementar esos cambios. Son cosas que nos sorprenden desde el punto de vista de la idiosincracia argentina.

-Argentina es, justamente, un país muy cambiante en sus políticas. Hoy tenemos este cupo sin aranceles, ¿pero qué pasaría si el país pasa de una política de apertura a las importaciones a tener otra vez un mercado más restringido y cerrado?

-Yo no tengo ideologías políticas. Apoyo siempre a los que quieren ayudarnos a progresar. Pero, en nuestro caso, hay que aclarar que nunca tuvimos problemas con las economías abiertas o cerradas. Somos industriales e importadores, estamos listos para adaptarnos a todo tipo de reglas del mercado. Creo que eso es algo que Chery también vio a la hora de elegirnos para ser su nuevo representante oficial. Pero aclaro una vez más: no pertenezco a ningún partido político, soy del partido que mejor lleve a la Argentina hacia adelante. No creo que el país deba tener una política de "ahora vamos a importar todo", como tampoco es lógico decir "ahora vamos a industrializar todo", porque no es eficiente ni productivo. Hay que buscar un punto de equilibrio.

-Viendo con la rapidez con la que se expande la industria automotriz china, ¿qué futuro le ve a la industria automotriz del Mercosur? ¿Es posible competir contra este gigante?

-La industria automotriz de Argentina y Brasil hoy es obsoleta. En los años '90, la Argentina producía 500 mil autos al año. Ahora, treinta años después, seguimos produciendo 500 mil autos al año. El único sector en el que somos competitivos es con las pick-ups, porque Toyota hizo un gran trabajo, que después fue seguido por Ford y Volkswagen. Pero en los autos no tenemos volumen ni escala, además los vehículos de pasajeros hoy cambian y evolucionan de manera muy rápida. Tampoco podés exportar desde Argentina, porque los autos chinos ya coparon los mercados regionales de Uruguay, Chile, Paraguay y Colombia.

-¿Y cuál sería la solución?

-En mi opinión, hay que especializarse como con las pick-ups y en otros segmentos hay que avanzar hacia un sistema de ensamble, que genere trabajo y permita la integración de piezas locales, como se hizo con las motos. En 2016, cuando Macri fue a nuestra planta de Córdoba y vio cómo trabajábamos con las motos, dijo: "Ah, esto es una integración inteligente". Porque al Gobierno no le cuesta plata, dinamiza la industria local y permite llegar al consumidor con precios más accesibles, con menor carga impositiva. La solución para la industria automotriz argentina son las pick-ups y el ensamblado de autos. Hay que buscar un equilibrio.

Entrevista de C.C.

Galería: Chery - Leandro Iraola (Corven)

Chery - Leandro Iraola (Corven)
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