Descubrimos la Citroën C15 más increíble... ¡con sólo 67 km!

En el viaje realizado entre Madrid y Vigo con una Peugeot e-Rifter, nuestros compañeros Javier Llorente y Pablo García se encontraron con un vehículo muy sorprendente. Se encontraba en la planta gallega de Stellantis y, a pesar de su veteranía, parecía recién salida de la línea de producción.
Nos referimos a una Citroën C15, más en concreto al penúltimo ejemplar producido, que data del año 2005... y está como nueva. De hecho, el ordenador de a bordo tan sólo marca 67 km y, claro está, la publicamos en redes sociales, donde ha tenido un éxito inmediato (más de 430.000 visualizaciones en TikTok).
En el clip podéis comprobar su estado impoluto (como bien dice Pablo, no hay ni marcas de gasoil alrededor de la boca del depósito de combustible). De hecho, en el interior todavía mantiene los plásticos protectores del suelo y la tapicería de los asientos está inmaculada.
Más curioso aún es que esta C15 se sorteó entre los trabajadores de la fábrica viguesa (antiguamente, de Citroën) y 'vive' en la zona de los coches de servicio de la fábrica, junto a una AZU (la variante furgoneta del icónico Citroën 2CV) del año 1958.
¿Sabías que la C15 fue el primer modelo que salió de la planta de Vigo? Por supuesto, esta unidad lleva un incombustible motor diésel y, tanto Javier como Pablo comprobaron de primera mano que arranca sin ningún tipo de dificultad (no teníamos ninguna duda al respecto).
Los más observadores seguro que se han fijado en el volante, que es diferente al de las primeras C15. Efectivamente, lleva el 'moderno', también empleado en la primera Citroën Berlingo, con dos radios y, lógicamente, aún sin mandos multifunción.
Y si este penúltimo ejemplar está en Vigo, ¿te estás preguntando que pasó con la última C15? Nosotros te lo contamos: se encuentra en París, más concretamente en el museo de la marca francesa, un merecido lugar para una unidad realmente especial.
En fin, seguro que muchos de vosotros pagaríais dinero por llevaros esta C15 a vuestro garaje y disfrutarla durante bastantes años. Nosotros nos hemos quedado con ganas de conducirla, pero no descartamos volver a Vigo con esa intención porque la ocasión lo merece.