Mercedes-Benz vuelve al volante con botones físicos

Mercedes-Benz ha presentado el nuevo GLC a principios de este mes y, en su interior, la nueva pantalla (más grande que antes, por supuesto) ha acaparado toda la atención. Sin embargo, si no sólo te fijas en ella, percibirás mandos convencionales en el volante.
Sí, ya no son hápticos. La marca alemana ha tenido en cuenta las opiniones de nosotros, los periodistas, al probar sus vehículos y también ha prestado atención a los comentarios de sus clientes. Magnus Östberg, jefe de Software de Mercedes-Benz, explicó a Autocar durante el Salón del Automóvil de Múnich:
"Los datos nos muestran que los botones físicos son mejores, y por eso los hemos vuelto a poner"
El fabricante asegura que los botones 'reales' son "muy importantes para ciertos grupos de edad y ciertas poblaciones". El nuevo volante se convertirá en el estándar en los futuros vehículos de la casa si bien, en función de los mercados, habrá diferentes variantes.

Pero si esperabas una aceptación total de botones, lamentamos decepcionarte. Mercedes-Benz sólo está pensando en añadir más mandos físicos en algunas partes del interior. Si vuelven, la empresa probablemente loa relegará a "coches más grandes", con "más libertad" en su diseño.
¿Cambio de paradigma?
Al menos, los fabricantes están comenzando a escuchar a periodistas y clientes sobre la importancia de los controles físicos. También ingenieros especialistas en la seguridad vial vienen asegurando desde hace tiempo que las pantallas generan peligrosas distracciones al volante.
Por ejemplo, BMW, mientras diseñaba el nuevo iX3, comprobó que había ciertos botones que no podía eliminar. Por eso, el nuevo SUV todavía tiene una rueda para variar el volumen del equipo de sonido. La empresa también se ha basado en datos de conductores para determinar qué otros controles clásicos debía mantener, como los de la regulación de los retrovisores y los elevalunas.
Volkswagen también ha vuelto a poner botones en los volantes e, igualmente, Hyundai y Kia son firmes defensoras en mantener mandos convencionales para gobernar la climatización y gestionar las funciones más habituales (radio, programas de conducción...).
También hay una creciente presión regulatoria. Euro NCAP dijo a principios de este año que podría introducir nuevas reglas a partir de enero de 2026 que penalizan a los fabricantes de automóviles por la falta de controles físicos, posiblemente llevando a una calificación de seguridad más baja.