El interior del Porsche Cayenne eléctrico es una oda a las pantallas

La reciente decisión de Porsche de volver a invertir en motores de combustión demuestra que la adopción del vehículo eléctrico no avanza tan rápido como estaba previsto. No obstante, hay proyectos que siguen adelante, por supuesto, como el Cayenne eléctrico, que se complementará con versiones de combustión.
La presentación del SUV sin emisiones está prevista para finales de este año pero, mientras tanto, podemos echar un primer vistazo a su habitáculo. Como carta de presentación, cuenta con la "mayor superficie de visualización de cualquier Porsche hasta la fecha". El cuadro de instrumentos digital de 14,25 pulgadas y la pantalla opcional de 14,9 pulgadas para el pasajero flanquean un monitor llamado Flow Display.
Esta pantalla OLED curva de 12,25 pulgadas se extiende por la consola central y alberga la mayoría de los controles de climatización. Quedan algunos interruptores físicos, aunque muchos menos que en el Cayenne de combustión.
A diferencia del Taycan, con sus pantallas centrales separadas, el Cayenne Eléctrico las fusiona en una sola unidad, creando la impresión de un teléfono plegable muy grande. Delante de la amplia pantalla hay un reposamanos que facilita el uso tanto de la parte inferior de la pantalla como de los interruptores adyacentes. La salida de aire central se ha reubicado en la parte superior del salpicadero para alojar la pantalla unificada.

Por lo demás, los acabados superiores del Cayenne sin gasolina incorporan reposabrazos calefactados para las puertas delanteras y traseras, así como una cubierta también calefactada para la consola central.
Porsche también ofrecerá el mayor techo panorámico de cristal de su historia, dividido en nueve segmentos que pueden cambiar individualmente de opaco a transparente con sólo pulsar un botón. Además, se abre por delante, como un techo solar convencional.
Más allá del interior, Porsche también ha dado a conocer algunas jugosas especificaciones preliminares. El Cayenne más potente, con Launch Control, tendrá más de 1.088 CV y un asombroso par de 1.500 Nm. Para un SUV tan grande y, sin duda, pesado, las prestaciones son impresionantes: de 0 a 100 en menos de 3 segundos, de 0 a 200 en menos de ocho segundos y una velocidad máxima superior a 250 km/h.
La batería alcanza los 113 kWh de capacidad, con una densidad energética un 7% superior a la del Taycan. Con una carga completa, la autonomía se estima en más de 600 km según el ciclo WLTP. A una potencia de 400 kW, el paso del 10 al 80% tarda unos 15 minutos. Para los que prefieran prescindir de los cables, en 2026 se estrenará en Europa una plataforma de carga inalámbrica de 11 kW.
El Cayenne eléctrico incorpora tecnología sofisticada, como suspensión neumática de serie y dirección trasera opcional para reducir el radio hasta unos 11,1 metros. Con un coste adicional, los frenos cerámicos exclusivos de la versión insignia incorporan enormes discos de 440 mm delante y 410 mm detrás. El tope de gama también incorpora de serie un bloqueo del diferencial trasero controlado electrónicamente. También se ofrecerá el sistema autonivelante Active Ride, ya presente en el Panamera y el Taycan.
Como comentaba antes, el debut del Cayenne eléctrico no significa el fin de las versiones de combustión. Porsche planea mantener el Cayenne térmico hasta bien entrada la próxima década. La estrategia es similar a la de otros SUV de la marca: el futuro todocamino de tres filas de asientos, originalmente previsto como modelo sin emisiones, se lanzará primero con motores de combustión antes de que llegue la versión eléctrica.